La Princesa y el Chícharo... o cómo encontrar a tu media naranja.
- Roanna Padron
- Mar 18, 2022
- 3 min read

Es un cuento de Hans Christian Anderson. El danés que nos dió muchos más cuentos (malamente nombrados) de hadas que los hermanos Grimm (quienes solo se dedicaron a reinterpretar cuentos de su natal Alemania); y a quien logré apreciar tras haber tenido que enseñar, analizar, actualizar para niños de Tercero de Secundaria.
El ser maestra me ha convertido en una suerte de todóloga, pues debo estar muy actualizada en los diferentes temas que se manejan durante una clase y así, mantener la atención de humanos (de edad varia) e interés para que realmente aprendan. Y uno de ellos fueron los cuentos "de hadas."

Aunque en realidad fue uno. El Traje Nuevo del Emperador. Y fue con el que desperté mi interés por las imágenes que pintaban los autores para poder mover masas. Wow. Nunca había respetado ni valorado tanto. Nunca los había visto de esa manera. Por lo que al presentarme el reto de tener que analizarlo con una generación de niños de tercero de secundaria, que están en una edad en la que -según ellos- "nada les impresiona", fue nada menos que abrumante.
En inicio pensé "qué horror, qué difícil, qué aburrido." ¿Cómo iba a convencer a estos niños de 15 años que valía la pena leer cuentos de hadas cuando -ni por nada de este mundo, querían leer Macbeth -la obra más cautivante y light de Shakespeare-?
-Una y sus propias traumas adolescentes.-
Pero conforme uno va deshilando el lenguaje, los símbolos y el mensaje que están escondidos en estos textos... y le investiga tantito al contexto del autor (escribe desde sus vivencias, como parte del proletariado - como se describió- y en lucha constante por ser aceptado en la sociedad. Los cuentos fueron lo que le dieron pase a poder codearse con la burguesía danesa pues logra criticar temas de su interés -políticos, sociales- que no hubiera podido hacer no darles un toque caricaturesco) se abre un mundo nuevo de conocimientos, posibilidades... toda una vida por descubrir y entender.
Resulta que The Princess on the Pea es de los cuentos que más tengo presente. No entiendo por qué, habiendo tantos más. En él, se relata la historia de un príncipe que quiere casarse pero temeroso de a quién elige, pone a todas las princesas que lo visitan -con esa misma intención- a prueba. Debajo de 20 colchones esconde UN chícharo. Y de las que relatan, solo una fue lo suficientemente honesta para enfrentarlo y decirle. Y es de quien se enamoró.
Esto se podría interpretar de dos maneras; qué hombre tan controlador o el personaje de la princesa que decide no quedarse callada es una de las protofeministas que existen en la literatura mundial (las más destacables siendo... de las que escribe William Shakespeare...) y nos muestra que a) no hay que temerle a la verdad, b) calladas no nos vemos más bonitas y c) a los hombre si les gustan las mujeres que toman una postura y la defienden.
En una clase de creación literaria que decidí tomar (la segunda en mi vida,) nos pidieron contar desde otra perspectiva algún cuento que quisiéramos. Encontrar el por qué de que un personaje sea como es y contar la historia en la actualidad. En primera instancia se me ocurrió Frozen que está basada en The Snow Queen, también de H.C. Andersen, pero reconsidere por lo largo y complicado de la trama. Y el segundo que me vino a la mente fue este.
Es la primera vez que siento que fluye mi escritura creativa. Me sentí impresionada por esa capacidad. Y decidí compartirlo.

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