Shakira, Shakira...

Para no perder la costumbre, llego tarde a la fiesta. Pero no podía ir sin comentar el escándalo del que Shakira quiso sacar provecho (porque mi cinismo imperante así lo percibe) y lo que ha desatado, más allá de la inyección de fama que necesitaba su carrera, sino entre las mujeres.

Como es común, y parte de nuestra naturaleza, decidimos olvidar el primer escándalo del que fue parte -y por el que recibió un periodicazo- la colombiana: evasión de impuestos. Esto fue después de un par de años ( si no es que más) sin presencia en medios (a pesar de haber participado en el Halftime Show del Superbowl, junto con JLo y semanas antes del encierro al que nos sometió la Pandemia), sin éxitos sonando o creándole regalías en los medios de streaming más populares, sin portadas en revistas que son la mejor publicidad que puede recibir un artista. Estaba ocupada siendo una persona común y corriente, dedicándose a su familia.

Pero, no se nos olvide que los artistas VIVEN y SE ALIMENTAN de aplausos... y a la "cantautora" ya le tocaba.

El hecho de evadir impuestos entre los más privilegiados, no me parece nada nuevo bajo el Sol, mucho menos espectacular. Jeff Bezos lo ha hecho. Elon Musk también. Donald Trump es millonario por ello.

A todos ellos les aplico el dicho dicharachero mexicano que contiene la verdad máxima: No hay plazo que no se cumpla.

Ahora bien, con respecto a la actual controversia que rodea a Shakira, empezaré por decir que lo que les pase o deje de pasar, me da igual. Una nota periodística, portada de revista, boleto de concierto, evento deportivo más que les ayuda a capitalizar el drama en el que se inmiscuyeron. E incluso, muy inteligentemente, Casio... el tercero en discordia.

"La canción habla por todas nosotras." "Las mujeres ya no lloran, facturan," son parte de las muchas declaraciones que se han derivado de la colaboración entre BZRP y Shakira (la segunda, como ya es bien sabido, una estrofa de su canción.) Ni la nueva canción de Miley me sorprende (no es la primera vez que escribe acerca de su relación amor / odio con su ex.)

Reitero: no me sorprende. No me representa.No me gusta.

Yo siempre he sabido que las mujeres son capaces de facturar y llorar (porque también se vale.)

Y no por ella. Empezando por mi. Y seguido por mujeres que realmente han hecho una diferencia y que facturan. Jane Fonda, por ejemplo (de quien hice un podcast cuando recién empecé este proyecto.)

Taylor Swift parecerá un caso superficial, a los ojos de quienes no les interesa su historia, pero es una mujer que factura (y lucho mucho por ser dueña de su trabajo y sus frutos)... también saca lo roto y enojado de su corazón en las letras de sus canciones... y no es tan vulgar como Shakira.

Oprah Winfrey lleva más de 40 años facturando. Y también se ha rebelado en contra del sistema.

Podría nombrar a cientos de mujeres... ¿por qué nos soprende UNA? Que además de sonar ardida (porque esa es otra situación), ha emprendido cantar en la moda reggeatonera y lo hace horriblemente (dejénselo a Bad Bunny... ¡parfavar!) Y... para colmo de las feministas que decidieron que la canción es su himno... solo muestra su machismo latente. Por eso NO funciona el movimiento. La sororidad que necesitamos debe estar mejor fundamentada que un "claro... se lo merece por cabrón..." porque nos impide logros. Y a las mujeres que engañan, ¿no les dicen lo mismo?

Antes de acusarme de micromachista y demás insultos que se les pueda venir a la cabeza - y que ya me han hecho-, los invito a escuchar cualquier canción de despecho de Taylor Swift -e incluso Miley Cyrus- vs. "Sesión 53."

Como lo había mencionado en párrafos anteriores, lo preocupante es la división que causa entre nosotras, más que unirnos. Salen a flor de piel los prejuicios de ciertas personas, inseguridades, e intolerancias... con lo que no estoy de acuerdo.

Mi visión podrá estar sesgada. Y se me podrá acusar de ser poco empática. Entiendo el enojo que causa para quienes hayan vivido una traición pero que NO las represente Shakira... y también hay que considerar a los hombres que han sido engañados y se mantienen enteros ante situaciones similares porque se les exige.

Por mi parte, me quedo con el mejor consejo que me ha dado una película. De una mujer que fue mucho más inteligente de lo que se le reconoce, porque creó al maquíavelo más maquiavelico de los últimos años... Ivanka Trump. ESA escena en The First Wives Club es una que todas deberíamos recordarnos cada que estemos a punto de mentar madres y perder el estilo.

Ladies, we have to be strong and independent... And remember, don't get mad, get everything!

A eso le llamo excelente guionismo (crédito que se le atribuye a Olivia Goldsmith.)

Me queda claro que la naturaleza de los seres vivos (en general) es la de ser resilientes, unos serán más limitados que otros, pero somos nuestras propias historias de éxito. Y los años me han enseñado que es por nuestro propio esfuerzo... no el de una canción, no el de un psicoanalista... Y yo, definitivamente, no necesito que esta cantante me represente.