Sobreanalizo, luego existo.
- Roanna Padron
- Nov 26, 2020
- 4 min read

En la vida como en el arte, primero leo mis medios sociales y luego existo. Tras haber desempeñado la rutina matutina diaria siempre me doy unos minutos -que se extienden en una hora exacta- para revisar, analizar mis medios sociales. Facebook es quién siempre me tiene una linda sorpresa en forma de un escrito que hice de cosas random -como me gustan- o frases atemporales que, en este estado de confinamiento / pandemia, hacen o tienen más sentido que nunca. El día de hoy me recordó lo que escribí hace un año, tras haber visto Frozen con otros ojos que no juzgaban la película como un producto más de Disney, sino como un manifesto en defensa del feminismo.
"En este episodio de 'Sobreanalizando Las Cosas Con Roanna' presentamos: Frozen. La verdad, hace 6 años que salió la película ni me molesté en verla -cuando generalmente si me tomo el tiempo de ver todas las películas animadas que salen porque me gustan.- Pero al ver la trama, mi cínica interna dijo 'Paso sin ver, gracias. NEXT!' Por supuesto que fue un año difícil pues mis alumnas de tercero de secundaria (en ese entonces) NO dejaban de cantar Let It Go , como himno a la rebeldía natural de la edad y -por supuesto- llevar la contraria al adulto del cuarto. El concepto y el coro me parecían nefasto, sobre todo cuando lo tenían en repeat y como contestación natural a TODO. Años después me animé a verla y no me sorprendió. Tìpica formula de Disney, ya me la sé... lo que sigue, gracias. Resultaría que exactamente 4 años después la vida me daría la sorpresa de convertirtme en madre de dos hermosísimas niñas, lo cual siempre temí porque habiendo sido una niña... me parecía que las cosas no eran tan fáciles para nuestro género por todos los prejuicios con los que crecí y que me marcan hasta el día de hoy (y para los cuales, en una tarea consciente y diaria, estoy despojándome). Ante dicha noticia sufrí por el ejemplo que yo le daría a mis hijas y con miedo de transmitirles mis propios traumas. Creo que no fui la única que creció fantaseando la vida de Barbie y las Princesas que en ese momento estaban de moda y como buena tween nadie me enseñó ni vió el verdadero valor de personajes como Ariel o Belle, aunque Ariel es de mis personajes benévolos favoritos porque mi tendencia es hacia las equivocadamente nombradas, brujas. Solo eran mujeres jóvenes cuyos sueños se habían realizado y que tuvieron la dicha de cumplir con las expectativas incumplidas de sus propios padres: vivieron "felices por siempre." La vida y sus tropiezos me fueron convirtiendo en la cínica que soy el día de hoy, escéptica y formaron un capa gruesa sobre mi ser que de un día para otro rechazo el concepto de 'princesas'. A partir de muchos eventos y sucesos, juré que ninguna hija mía sería víctima de la máquina de mercadotecnia que es Disney. Que deberían ver más allá de los cuentos con finales felices y ver el esfuerzo que han hecho grandes mujeres por pasar a la historia. Pero, en retrospectiva, las princesas de Disney están basadas en ESOS personajes. No son tontas y superficiales. Son mujeres (las princesas, y no todas he de ser honesta) que lucharon por sus ideales arriesgando amistades, familia y su bienestar por lograr sus ideales all be it 'el amor.'
Marie Curie, por el amor desbordado que sintió por su esposo se expuso a horas interminables de radiación lo cual resultaría en tres o más abortos y una muerte espantosa... pero en el camino, obtuvo resultados que nunca imaginó y se convirtió en un modelo a seguir para mujeres en su ámbito. El día de hoy después de adquirir un poco más de perspectiva -en lo que se refiere a la vida-, ser madre de tres niños y más tropiezos, puedo decir que me ahogo en mi propio vaso de agua. Me trago mis propias palabras y, una vez más, corroboro que nunca se debe decir nunca. Viendo Frozen con otros ojos, entiendo y veo the bigger picture que es lo que deberíamos transmitirles a nuestros hijos. De vivir en el encierro, oscuridad... una mujer (Elsa) decide ver más allá de su miserable existencia y realmente ser ella. Siempre tuvo un motor (Anna), pero por hacer lo "correcto" -por falta de educación- nunca le dió la importancia a su verdadero roll en la vida, a lo que estaba destinada a convertirse. Ese lado rebelde que ansía ser ella. Tuvieron que pasar muchos eventos desafortunadas para que se diera cuenta que, lo que ella percibía como una debilidad e incluso un "error" era en realidad su gran fortaleza. Esconderse e ir en contra de su naturaleza solo la frustraría, amargaría y alienaría de sus seres queridos. El día de hoy puedo, sin pena, decir que Frozen es mucho mejor historia de lo que Disney nos permite creer. Enseñémosle ESO a nuestras creaturas, sean niños o niñas."
Me enorgullece releerme y darme cuenta de los grandes cambios que se han dado en mi vida. Aunque no me sienta fuerte, lo soy más de lo que me creo. Aunque no me sienta completa, soy mucho más de lo que me doy crédito a. Y quiero pensar, que a pesar de mi ceguera personal, las personas externas pueden ver lo que yo no. Y gracias a este tipo de textos (que predominan en mi cuenta de FB) nació este proyecto.
Así, fuera de foco encontré mi centro y mi motor que llevaba años apagado.

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